Capitulo 55: ÚNICA

NARRA DANI
No puedo creer que Anna ya haya rehecho su vida y yo todavía siga con el estúpido silbato recordando nuestros momentos y llorando cada vez que la pienso. Parece que definitivamente se ha olvidado de mí y yo tendría que empezar a hacer lo mismo, pero esto que me ha pasado con Anna me ha dejado muy tocado más de lo que yo pensaba, pero es su decisión y su vida y yo ahí solo soy un "buen amigo" no sé como no se da cuenta de que nacimos para estar juntos, parece que la aterra la idea de que seamos pareja...
Subo a la terraza y oigo un pitido, si, un pitido de silbato. No, no puede ser no puede ser ella. Alzo la mirada y allí está con el silbato recordando nuestra primera noche juntos
-... cuando me besabas y me acariciabas como sólo tú lo sabes hacer...-
Rápidamente me acerco a ella y la abrazo por la cintura, da un pequeño salto al notarme y se le pone la piel de gallina
-Todavía te acuerdas? - la digo susurrando-
-Si.si... -dice nerviosa, la está temblando todo el cuerpo ahora mismo-
-Y por que lo recuerdas? Si dices que solo somos buenos amigos - la susurro en la oreja provocándola un escalofrío-
-Mira Daniel..
-Dani - la interrumpo-
-Dani... Vamos a dejar las cosas claras de una vez, si? Mira yo ahora mismo tengo una relación "estable" con Miki y estamos intentando buscar un piso para los dos. Es un chico encantador y me quiere. Y luego estás tú - le cambia la mirada, ahora me mira con una mirada de enamorada- que eres muy especial para mi..
-Especial en que sentido? -le digo acercándome a ella-
-En todo, por que te voy a ser sincera - se deshace de mis brazos y comienza a andar tan tranquila por la terraza- Martínez... yo todavía te quiero y también quiero a Miki, pero sé que tú y yo no podemos estar juntos, por trabajo, por que no congeniamos bien como pareja... por miles de razones y esas las principales.- se sienta en el suelo y enciende un cigarro-
-Anna, te he dicho millones de veces que no fumes, joder... -la voy a quitar el cigarro cuando me salta-
-Si no quieres que fume, procura mantener mis labios ocupados- me guiña un ojo-
No puedo evitar reírme:- A qué juegas Anna?
-A jugar no? -se acerca a mi, me acaricia la cara sonriendo y me muerde el labio tirándome hacia ella-
-Pues juguemos pues... - la beso-
Otra vez a volver a sentir ese sabor, un sabor único de repente siento la misma sensación que sentía cuando tocaba el silbato, todos los recuerdos llegan otra vez a mi cabeza seguidos que mariposas que revolotean en mi estómago. Seguimos besándonos mientras bajamos las escaleras de la terraza, por el pasillo nos sepraramos y disimuladamente entramos en mi camerino y cerramos con el cerrojo....