Capítulo 65: Pones mi amor al límite.

Salimos de la ducha y nos vestimos de nuevo. Recogemos y ordenamos todo y vamos a la cocina a preparar la cena. Nos abrimos unas cervezas y sacamos los ingredientes para preparar un rico filete de pollo con bechamel.
- Vamos Annita, que por fin vamos a comer algo decente después de una semana -me dice abrazandome por detrás y dándome besos en el cuello mientras yo preparo la salsa-
-Ayy Dani dejame que estoy ocupada -le digo riendo-
- Hace unos minutos no te importaba que te lo hiciera ehh
Le miro a los ojos:- Eres un poco cabroncete eeh? Como te gusta darte aires de superioridad -me giro completamente y le cojo de la cintura besándole. Él hace lo mismo. Pero cuando veo que se está calentando demasiado, me separo lentamente y me vuelvo a girar para seguir preparando la cena.-
Le oigo resoplar y susurrar para él mismo:- Odio cuando me haces eso...
-Dani, es que si seguimos vamos a cenar hostias jajaja es que no tienes bastante con lo que ha pasado en el baño? A parte, tengo hambre! -cojo la cerveza y me voy al congelador para coger las patatas-
-Vale, venga, te ayudo que hago? -bebe de la cerveza-
-Pues mira coges la harina, la echas en un plato y luego metes la carne y la rebozas. Fácil , no?
-Pues claro tsé -dice con aires de superioridad-
-Verás como tienes algún percance...- pongo las patatas en la freidora-
-Como dices? -se acerca a mi-
-Que seguro que te pasa algo con la harina y no consigues rebozar el pollo...
-A lo mejor a la que le ocurre algo es a ti... -Ya está picado, jajajaj me encanta cuando se pica. Parece mas niño-
-Y eso por qué?
-Porque... -coge un montón de harina y se acerca a mi lentamente-
-Daniel Martínez Villadangos como me tires una sola mota de harina a la cara / cuerpo la tenemos! -me echo hacia atras pero me choco con la pared-
Pero no me hace caso y me la echa en el pelo:- Ahh!! Dani, has muerto!- cojo otro puñado y se lo echo en el pelo-
Iniciamos una guerra de harina que parece que no tiene fin. Estamos los dos en medio de la cocina, con el suelo lleno de harina y un puñado de ella en las manos, giramos en circulo como si de una pelea del oeste se tratase. Estamos llenos de harina por todo el cuerpo y toda la cara, yo estoy completamente despeinada y él con su pelo totalmente blanco. Miro hacia otro lado un segundo y Dani aprovecha para tirarme la harina que queda. Nos caemos al suelo riendo y nos besamos.
Menuda estampa, la cocina hecha un asco, los dos tirados en el suelo llenos de harina y demostrándonos una vez  más lo mucho que nos amamos. Al final nuestra cena decente se quedó en unas pizzas del Domino's pero ha sido la mejor cena gracias a él